miércoles, 14 de septiembre de 2011

Desangra, desangra corazón amargo y maltrecho,
Deja que te oprima el tiempo,
Las luces de la ciudad te sieguen
Y las personas te ignoren en su ir y venir.
Tú desangra corazón enmohecido.

Sígueme, yo te llevo.
Aunque peses lo que pesa el fierro
Y vengas igual de filoso que el cuchillo.
Yo te porto y sigo
En la dura senda de la ciudad que duerme.
Buenos aires parece fallecer a nuestros pies.
Yo lo digo, sangra corazón
Sangra,
Apóyate en las filas de faroles si es necesario.
Llora en los límites de las fuentes y monumentos.
Aprovecha la incógnita noche
Para andar penando sin que te vean.
Nos ignoran corazón, nos destierran.

Buenos aires parece fallecer al mismo ritmo que nosotros.

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